martes, 28 de septiembre de 2010

El Taconazo: Escarmiento Tricolor

Winsotn Churchill no puedo haberlo dicho mejor, "el precio de la grandeza es la responsabilidad." Un futbolista, sin importar dónde juegue y cómo lo haga, es una figura pública y por ende debe comportarse como tal. Sin sacrificar su tiempo de ocio y mucho menos a su familia y amigos; recordando siempre lo que representa.

Cuando hablamos de la selección, estamos en otro nivel. Los niños sueñan con ser futbolistas, y dentro de esa fantasía imaginan portar la playera de su país. Todos luchan por tener un lugar, sin embargo al llegar pierden la ilusión. Creen que nadie puede reemplazarlos; se han olvidado de tener los pies en la tierra.

Aunado a esto, tenemos directivos incompetentes; por encima de todo velan por sus propios intereses. Olvidan estar al frente de un equipo y por consiguiente no saben trabajar unidos, procurando lo mejor para el grupo. No son capaces de elegir un técnico, y creen que poniendo gente sin carácter se pueden ganar los encuentros.

Se ha comentado sobre la reciente sanción que recibieron algunos jugadores mexicanos,
tras realizar una fiesta al término de un partido en Monterrey. Los futbolistas alegan que se había dado por concluida la concentración, y que los directivos les suplicaron no abandonar el hotel por motivos de seguridad. Estos, por su parte mencionan que los jugadores son su responsabilidad desde el día que abandonan sus clubes, para sumarse a la concentración, hasta el día que regresan a los mismos.

No importa cómo se hayan dado las cosas, el punto es que sucedieron. Se realizó una investigación y se llegó a la conclusión de que varios jugadores, la mayoría
militando en el extranjero, violaron normas del reglamento que ellos previamente habían prometido respetar. El siguiente paso, es lógico "a cada acción hay una reacción". Ochoa, Maza, Salcido, Guardado, Torrado, Barrera, Giovanni, Chicharito, Márquez, Esqueda y Moreno deberán pagar 50 mil pesos como sanción. Mientras que Carlos Vela y Efraín Juárez estaraán seis meses suspendidos.

Muchos nos quejamos de que es un castigo corto, para otros es una sanción exagerada. Lo importante aquí, es que los directivos tomaron cartas en el asunto ¿cuántas veces no se habían quedado con los brazos cruzados? Lo que me preocupa, son sus intenciones. Me cuesta trabajo creer que lo hicieron porque les importa la selección y los jugadores, más bien actuaron para segurar su posición. ¿Quién se atreverá a cuestionarlos ahora que castigaron a los mal portados?

Sin duda dentro de nuestro fútbol deben cambiar muchas cosas, empezando desde lo alto, lástima que no se vean intenciones. Por lo pronto los futbolistas deben darse cuenta que tienen cero inmunidad, y los directivos deben ponerse a pensar en un técnico. Sin una autoridad, la situación seguirá fuera de control; y cuando digo autoridad, me refiero a un hombre con carácter y presencia, en vez de simplemente alguien con el título de director técnico.

El Taconazo: Caídos del cielo

Es imposible imaginar un cielo sin estrellas, ya que éste perdería su brillo y encanto. De igual forma, el fútbol sería menos espectacular sin las hazañas de sus "estrellas".

Cuando pensamos en el Barcelona, lo hacemos en Messi. Si alguien menciona al equipo merengue, sin duda recordamos a Cristiano. Y eso que ambas escuadras tienen más de un astro.

Técnicos, preparadores, directivo y jugadores reconocen a un buen futbolista por su "brillo". Pep Guardiola lo dijo después de ganarlo todo: Es que tengo a Messi. Mourinho, por su parte, saca uñas y dientes cada que alguien toca al joven Ronaldo.

La cuetión aquí, es si esos futbolistas, los llamados astros, merecen sobreprotección. Y no sólo lo digo por los equipos antes mencionados, que sin duda son los que más "llaman" la atención, sino por el resto de clubes alrededor del mundo que destacan por sus estrellas.

El brindarles una protección extra a los cracks, es una forma de discriminación. Es decirle indirectamente al resto de los jugadores, que ellos no son tan buenos ni valen tanto.

Las infracciones deben sancionarse de igual manera para todos, siempre tomando0 en cuenta la intención del infractor. Una falta, es una falta sin importar quien la reciba.

Siempre agradeceré la presencia de las estrellas en el campo, ya que con su fútbol nos brindan satisfacción. Sin embargo, ya es bastante la atención que se les presta, y de darles más perderían la cabeza y se irián de vuelta al lugar de donde provienen los astros, el cielo.